Durante el verano, el mercado ha mostrado una notable volatilidad; no obstante, los mercados cerraron el mes de agosto en positivo. En julio, se observaron dos fases diferenciadas en términos de rentabilidad. En la primera mitad del mes, los mercados continuaron con su tendencia alcista, alcanzando nuevos máximos. Sin embargo, en la segunda mitad del mes, los mercados retrocedieron como resultado de la decepción generada por los resultados de las grandes empresas tecnológicas, los cuales no cumplieron con las expectativas elevadas. Este escenario provocó un aumento de la volatilidad y resultó en una rentabilidad prácticamente nula para los mercados en julio.
En los primeros días de agosto, los mercados experimentaron caídas significativas. Un informe desfavorable sobre el empleo en Estados Unidos hizo que el mercado comenzara a descontar una posible entrada en recesión de la economía estadounidense. Desde nuestro punto de vista, no considerábamos que esto reflejara un cambio estructural, sino más bien un cambio en el sentimiento del mercado. El panorama económico subyacente seguía siendo positivo, con un crecimiento económico y posibles reducciones en los tipos de interés en el horizonte. Un dato negativo sobre el empleo en Estados Unidos no debería llevar a la conclusión de que la economía entraría en recesión y que la Reserva Federal reduciría los tipos en cinco ocasiones este año, en lugar de las dos que el mercado había anticipado tras la última reunión de la Fed.
Como cada año, a finales de agosto se llevó a cabo la reunión de banqueros centrales en Jackson Hole. En su discurso, Jerome Powell indicó que, cuatro años y medio después del inicio de la pandemia de COVID-19, las distorsiones económicas más graves estaban disminuyendo. La inflación había bajado significativamente y el mercado laboral ya no estaba sobrecalentado, mostrando menos tensiones que antes de la pandemia. Las restricciones de oferta se habían normalizado. Hasta la fecha, la Reserva Federal se había centrado en estabilizar los precios sin provocar un aumento significativo del desempleo. A pesar de que el desempleo había aumentado ligeramente, seguía siendo bajo. La política monetaria continuaría ajustándose de acuerdo con los datos económicos, con el objetivo de alcanzar una inflación del 2% mientras se mantuviera un mercado laboral robusto.
Por último, para cerrar el verano, se produjo un evento de gran relevancia con impacto significativo en el mercado: la publicación de los resultados de NVIDIA. Tras el cierre del mercado el pasado 28 de agosto, se conocieron los resultados. El segundo trimestre de 2024 superó las expectativas y la empresa anunció una recompra de acciones por valor de 50.000 millones de dólares. Sin embargo, las previsiones para el tercer trimestre se situaron en el rango bajo de las estimaciones y los retrasos en el lanzamiento del nuevo chip Blackwell provocaron una caída en la cotización de la compañía. Consideramos que esta caída, motivada por unas expectativas excesivamente altas y un aumento de su cotización superior al 150% en lo que va de año, será transitoria.
Mantenemos nuestra estrategia a favor de las bolsas, anticipando un final de año positivo.