La sequía puede tener significativas consecuencias económicas y en diferentes sectores. Una
sequía prolongada puede desencadenar una serie de eventos que contribuyan al aumento de
la inflación, a una disminución del PIB y afectar negativamente al empleo. Es importante decir
que la relación entre sequía, inflación y PIB no es uniforme en todos los países. Como veremos
más adelante, aquellos que dependen fuertemente de la agricultura y otros sectores
vulnerables al clima pueden experimentar un impacto más pronunciado en su PIB y generar
más inflación.
La agricultura es uno de los sectores más afectados, ya que la falta de agua reduce la
producción de cultivos y puede llevar a pérdidas de cosechas, disminuyendo la oferta de
alimentos y aumentando sus precios en el mercado, generando inflación. La sequía también
puede afectar la producción ganadera. La falta de pasto y agua para el ganado puede reducir la
calidad y cantidad de productos de origen animal, como la carne y los lácteos. Esto puede
influir en la oferta y demanda de estos productos, causando nuevamente aumentos en los
precios y contribuyendo al aumento de la inflación.
Además, la sequía puede impactar tanto en la producción como en el consumo de energía. La
generación de energía hidroeléctrica, que depende del flujo constante de agua para mover
turbinas y generar electricidad, se ve gravemente afectada. La disminución en la producción de
energía hidroeléctrica puede llevar a una mayor dependencia de fuentes de energía más
costosas y contaminantes, lo que afecta tanto a los costes de producción como al medio
ambiente. De nuevo consecuencias inflacionistas.
En términos de consumo energético, la sequía puede llevar a un aumento en la demanda de
energía. Las altas temperaturas y la falta de agua incrementan la necesidad de sistemas de
refrigeración y climatización, lo que puede llevar a picos en el consumo eléctrico.
Las sequías también pueden impactar en la industria manufacturera. Muchas empresas
dependen del agua para sus operaciones, ya sea para la producción, el enfriamiento o la
limpieza. La escasez de agua puede aumentar los costes operativos y en algunos casos llevar a
interrupciones en la cadena de suministro. Más inflación.
Hasta ahora hemos visto la estrecha relación entre una sequía prolongada en el tiempo e
inflación. Sin embargo, existen otras consecuencias económicas (PIB y empleo) y otros
sectores vulnerables al clima. El turismo también puede sufrir. La disminución de la
disponibilidad de agua puede afectar la belleza y el atractivo de los destinos turísticos, se
pueden producir restricciones en el consumo de agua, etc… reduciendo así los ingresos
provenientes de esta industria.
Por último, la sequía puede tener efectos negativos en el empleo, ya que la disminución de la
producción en sectores como la agricultura y el industrial puede llevar a una menor demanda
de mano de obra en esos sectores y generar problemas sociales.
Aunque, como hemos visto, la sequía presenta desafíos económicos significativos, algunos
sectores pueden encontrar oportunidades inesperadas para crecer. La agricultura de riego
eficiente, las energías renovables y la industria del tratamiento del agua son solo algunos
ejemplos de áreas que podrían beneficiarse de la escasez de agua.
Uno de los sectores que podría verse favorecido por la sequía es el de la agricultura de riego
eficiente y tecnológica. La disminución de los recursos hídricos impulsa la adopción de
sistemas de riego más avanzados y eficientes, como el riego por goteo y la agricultura de
precisión. Las empresas que ofrecen tecnologías relacionadas con la conservación del agua y la
mejora de la eficiencia agrícola podrían experimentar un aumento en la demanda.
Además, el sector de las energías renovables también podría beneficiarse de la sequía. La
reducción en los niveles de agua en embalses y ríos puede disminuir la capacidad de
generación de energía hidroeléctrica. Esto podría impulsar una mayor demanda de fuentes de
energía alternativas, como la solar y la eólica.
La industria de tratamiento y purificación del agua también podría experimentar un
importante crecimiento. La necesidad de abordar la escasez de agua potable y la calidad del
agua se vuelve más apremiante en tiempos de sequía. Las compañías que ofrecen soluciones
innovadoras para el tratamiento y la gestión del agua podrían ver un aumento en la inversión
y, en consecuencia, en el valor de sus acciones.
¿Cómo implementar esta tendencia en nuestras carteras?
A través del fondo Robeco Sustainable Water incluido en el Top Selección de Bankinter. Se
trata de un fondo que tiene como objetivo principal invertir en empresas que desempeñan un
papel fundamental en la conservación, tratamiento y gestión del agua. Esto incluye compañías
involucradas en tecnologías de purificación, infraestructuras de agua, eficiencia hídrica y otras
áreas clave. La estrategia de inversión se alinea con la creciente demanda global de soluciones
para afrontar la escasez de agua y los desafíos ambientales asociados.
Un elemento distintivo del enfoque de inversión de Robeco Sustainable Water es su criterio de
sostenibilidad. El fondo no solo busca un rendimiento financiero sólido, sino que también
considera los impactos ambientales y sociales de las empresas en las que invierte. Esto
significa que se seleccionan empresas que demuestran prácticas responsables en términos de
uso del agua, gestión de residuos y contribución a la comunidad local.